Los
interaccionistas opinan que, junto al Dispositivo para la Adquisición del
Lenguaje (propuesto por Chomsky y la Teoría Innatista), existe una especie de
ayuda que facilita la adquisición del lenguaje, la cual correspondería al entorno
del niño y a todas las personas del mismo que interactúan con él. De este modo,
en esta teoría podemos hablar andamiaje,
Zonas de Desarrollo Próximo y Formatos.
La Teoría
Interaccionista tiene como máximos representantes al psicólogo Ruso Lev Vigotsky
y al psicólogo Estadounidense Jerome Bruner. Ambos opinaban de forma bastante
similar (aunque con ciertas diferencias) a la relación que defendía Piaget y la
Teoría Cognitivista entre lenguaje y pensamiento.
Podríamos decir que lo que une a estas teorías, es que ambas contienen las reglas sociales, culturales y psicológicas
que orientan al niño a cómo usar el lenguaje en los distintos contextos en los
que se mueve.
Para esta teoría
encontramos las siguientes bases:
Andamiaje, Zonas de
Desarrollo Próximo y Formatos
El andamiaje es un proceso de
enseñanza facilitador del aprendizaje del bebé y del niño. Gracias a él, el
niño es dirigido, a través de pequeños pasos que puede entender, hacia lograr
el éxito de una tarea completa más difícil. Todo ello teniendo en cuenta
la Zona de Desarrollo Próximo del
niño.
Estas Zonas de
Desarrollo Próximo son una forma de ver si el aprendizaje está o no adecuado a
los niveles de desarrollo real y potencial del niño. Es decir, la diferencia entre aquello que es capaz de
hacer el niño por sí solo y aquello que sería capaz de hacer con la ayuda de
otra persona más capaz.
El andamiaje
puede ser de dos tipos: vertical (cuando los adultos piden al niño
progresivamente más información sobre el mismo tema) o rutinas a modo de juego
(las interacciones entre un adulto y un niño estructuradas que pueden ofrecer
la posibilidad de predicción necesarias para el desarrollo del lenguaje).
Veamos dos
ejemplos para entenderlo mejor. En el caso del andamiaje vertical, mientras le
enseñamos un libro a nuestro hijo, éste puede decir de forma espontánea “oso”.
Nosotros, que estamos con él en ese momento, podemos responder de muchas
formas: “¿cuántas patas tiene el oso?”, “¿has visto alguna vez un oso?”, “¿qué
comen los osos?”...
El otro ejemplo,
referido a las rutinas a modos de juego, podría ser mientras bañamos o damos de
comer al pequeño. Es una situación muy estructurada, ya que el niño sabe qué va
a ocurrir en cada momento. Entonces, aprovechamos ese conocimiento sobre el
futuro para animar al niño a emplear el lenguaje (“¡Aquí viene la esponja para
lavarte la espalda!”, “¡Abran la boca, que llega el avión lleno de comida…!”)
Los formatos son aquellos contextos
comunicativos en los que el niño llega a dominar el lenguaje, recogiendo las
regularidades sociales y acompañando a momentos comunes en la vida del niño,
como pueden ser las comidas, el baño o los juegos.
Una
característica muy importante de los formatos es que tiene una estructura
regular rutinaria e implica al menos dos personas: el niño que está adquiriendo
el lenguaje y otra persona (madre, padre, abuelo, hermana…), así como unas
reglas que permiten que el formato se realice de forma adecuada (en el juego
del “cucu-tras” tiene una estructura que es siempre igual, por lo que el niño
aprenderá más fácilmente esta rutina y podrá desarrollar mejor el lenguaje
anticipando, por ejemplo, cuando va a “desaparecer” la mamá o el papá y cómo
hacer para que “regrese”).
Según
esto, la aparición del lenguaje
depende de la ayuda que nos ofrece la estructura de las rutinas sociales en
las que los adultos y los niños están participando.
Pero los
formatos no solamente han de ser secuencias de actividades, sino que también
deben referirse a manifestaciones del lenguaje que tienen lugar en un contexto.
Es decir, pueden existir requerimientos
de objeto, los cuales implican el requerimiento directo de un objeto
visible, para más tarde referirse a objetos más distantes en el espacio y,
finalmente, a los no visibles (por ejemplo, “dame vaso”).
También podemos
encontrarnos requerimientos de
invitación mediante los cuales requerimos a otra persona para
compartir la actividad (“papá ven”). Y otro tipo pueden ser los requerimientos de ayuda, que los hace
el niño a un adulto para que le ayude a alcanzar un determinado objeto (“¿me
abres la caja?”).
Ventajas e
inconvenientes
Al igual que
las otras teorías del lenguaje, el interaccionismo también cuenta con una serie
de ventajas e inconvenientes.
Entre las
primeras podemos destacar:
§ Enseña al niño la manera de aprender los
procedimientos del lenguaje
§ Produce en el niño automotivación y fortalece el
concepto que tiene de sí mismo
§ El niño es responsable de su propio proceso de
aprendizaje
Y, por otra
parte, también existe un inconveniente muy importante, y más en los tiempos que
corren, que no es otro que el factor tiempo; para poder generar lenguaje, es
necesario que el adulto esté el mayor tiempo posible junto al niño y así
interactuar con él.
Conclusión
La Teoría Interaccionista ha hecho
ver que la adquisición y desarrollo del lenguaje no puede explicarse atendiendo
exclusivamente al conocimiento y actividades realizadas por el niño de forma
individual, ni a pensar que él simplemente es un receptor de las
características y modelos del lenguaje presentes en su entorno.
Preguntas:
¿Cuales
son y de que tratan las 3 posturas de adquisición del lenguaje de
Vigotsky?
De un
ejemplo de alguna de ellas
¿De que
se trata la teoría interaccionista?
Cesar
Julián Moreno
Catalina
Cano Duque
María
Camila Londoño
Katherin Paola
Zapata
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